domingo, 10 de enero de 2016

El día que volví

(y para quedarme)


¡Ya estoy de vuelta! Y esta vez, para quedarme seis meses seguidos. Recordamos que lo máximo que he estado han sido tres, así que es prácticamente el doble. Y esta vez, vuelvo con muchos proyectos, muchos objetivos y muchas cosas que preparar para la vuelta a casa. En definitiva, ¡muchísimas cosas que hacer! Tantas, que he decorado mi cuarto con todos mis propósitos, para tenerlos presentes todo el año, como hicimos el 2015.

Hacer esta maleta fue infinitamente más fácil: todo ropa y comida, porque podía facturar dos. Pero llevarla, fue infinitamente más complicado. Me tuvieron que ayudar dos guardias de seguridad haciendo el transbordo de autobuses y Adri al llegar, para cargar las cosas del bus al taxi. El viaje fue larguísimo y estaba muerta, así que después de deshacerlo todo, nos hicimos nuestra cenita con un vinito y nos dormimos viendo GH VIP. Se está bien en la segunda casa también.

Que sepáis que no hace más frío que en Madrid, y como el clima es más húmedo, se lleva mucho mejor. Llueve, pero no mucho. Y mirad cómo he amanecido esta mañana, si es que tenemos Inglaterra muy mitificada (y pasada por agua):


Pues nada, ya vuelvo a mi piso, mis sartenes que se pegan a todo, la comida cuestionable, mi edredón (que es el mejor del universo), los terribles pounds, los cafés suavísimos del Costa, el Lambrini... Y tantas otras cosas que se han hecho rutina y que me ha dado cuenta de que ¡no os he contado todavía! Así que uno de mis objetivos es empezar a actualizar el blog regularmente, para recoger hasta el último detalle de la vida en Inglaterra, y la vida de una estudiante de intercambio. Tengo muchas ideas y muchas sorpresas, así que como ya os suponéis, ¡nos vemos muy pronto!




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