(y no me cogieron)
El concepto de universidad de aquí está a años luz del español. En mi humilde opinión de estudiante de una clase de sociología una vez, creo que es por el hecho de que aquí, cuando van a la universidad,
se independizan. Es muy raro cuando explico que yo en Madrid aún vivo con mis padres, se les hace muy extraño. Y sí, sé que hay muchísima gente en España que se muda fuera de casa al empezar la uni, pero no es lo mismo. Es impensable que un inglés
vuelva a casa tras acabar la carrera, e incluso Elizabeth me contó que la gente que no va a la universidad puede independizarse a los 16 años.
Es por eso por lo que los novatos, los
freshers, reciben
muchísimo apoyo desde la universidad durante el primer año, y en particular la semana anterior al comienzo de las clases, la
fresher's week.
Ésta es una de las maravillas que deberíamos importar en lugar de tanto Starbucks, McDonalds y reposiciones de realities para Divinity.
Consiste en
una semana llena de eventos para conocer gente (ice-breakers), actividades para probar todas las cosas que puede ofrecer la universidad, charlas de cada grado y cada clase (a las que no fui no porque no quisiera, si no porque no me enteré bien de cuándo eran), sesiones de puertas abiertas para todos los deportes que hay (que hay muchísimos) y para el gimnasio, barbacoas, comidas, quedadas para tomar el té, tours por la ciudad (de comida, tiendas de ropa, bares...), y mi total y absoluta favorita, que es la
Fresher's Fair. Os explico esto que debería ser considerado como una fiesta universal más, tipo San Valentín.
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Las fotos son muy malas porque son de Adri ;) |
Nada más entrar, te dan pizza gratis y una bolsa. Y todos dijimos, ¿una bolsa para qué? Tiene explicación, aquí
se promocionan todos los locales de Nottingham: desde taxis hasta bares, pubs, restaurantes, tiendas, la marina y el ejército... Todas ofreciéndote su
correspondiente regalito y descuento, por supuesto (mis cosas favoritas de la vida). Acabé con dos bolsas llenas de papeles, vasos de chupito, jarras, bolis, abridores, llaveros, una cosa para medir la cantidad de pasta según la gente que va a comer (??), comida (por supuesto), camisetas, una bola antiestrés, pinzas de las bolsas, una cantimplora, y en fin, prácticamente todo lo que os podáis imaginar.Vuelven a promocionarse los deportes, y también se promocionan las
societies, que son grupos de gente con un interés común que se reúne. Hay la del orgullo gay, la de rock, la de cerveza, la de vino, la de punto, la de cine... Yo me metí en la de la tele (
Trent TV, de vez en cuando me veréis compartirles cosas para hacerles la pelota) y en la revista,
Platform. También nos metimos en la
Erasmus Student Network, que pocas esperanzas tengo puestas en ella, pero a ver cómo sale.
Y como sabéis yo
me apunto a un bombardeo, y me han ido a juntar con otra que es peor que yo, así que
fuimos a todos los ice-breakers y tasters que pudimos para echarnos unas risas. Comimos y cenamos gratis prácticamente toda la semana. Las profesoras de Zumba del gimnasio no podían ser peores, pero la clase fue divertidísima. Fuimos a otra que parecía yoga pero durante todo el día siguiente no me pude reír del dolor que tenía en los abdominales. Y por último,
probamos una sesión de cheerleading. Estaba llena de chicas, llenísima, y nada más llegar nos pusieron a calentar. Unos saltitos, unos estiramientos, y de repente, chicas, ¡al suelo! ¡Split! Y todas
se abrieron de piernas menos nosotras, yo en particular soy menos elástica que un playmobil. Le decía a Adriana que nos fuéramos, que no hacíamos nada ahí, pero me daba más vergüenza irme que el ridículo que estaba haciendo en ese momento, así que me quedé.
Después nos pusieron en círculo por alturas y nos echaron de donde estábamos porque éramos muy bajitas. Nos quedamos solas en mitad del círculo corriendo hasta donde hubiera gente de nuestra talla. Fue un momento de confusión total, no sabíamos qué hacíamos y no paraban de preguntarnos que qué hacíamos, cuando de repente todas levantaron los brazos. Las imitamos y por lo visto
éramos perfectas como pareja de bases porque teníamos la misma altura. Nos pusieron con una back, una chica muy maja que ya había sido animadora antes, y una del equipo fue nuestra fyler (esa a la que levantan y hace cosas por el aire). Nos enseñaron a levantarla, cómo hacer los movimientos, y finalmente a mantenerla en el aire con nuestros brazos totalmente extendidos.
Nos lo pasamos tan tan bien, que decidimos hacer las pruebas para el equipo.
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Nuestro workout en Zumba |
Aún nos quedaba una sesión de prueba, ya que había una de figuras y otra de baile. El baile os lo dejo
aquí, se me da de pena bailar pero
estuvimos practicando como tontas en nuestra common room los días de antes a las pruebas. Tengo que contar que nos perdimos una de las sesiones de baile porque nos equivocamos de campus, pero no fuimos las únicas.
Y allá fuimos,
el día 11 de octubre, un domingo para recordar. Ese viernes habíamos estado en una fiesta internacional
con la capitana de las animadoras, y bailamos con ella la Bomba y la Macarena, os ea que ya éramos prácticamente uña y carne. Para llegar mejor, nos llevó el compañero de piso de nuestra amiga del primer día en coche, ya que las puebas eran en Clifton. Nos cambiamos, sorprendentemente súper nerviosas, nos pusimos nuestras muñequeras rosa fucsia a juego con la uni y nos fuimos a ensayar con el resto. Nos emparejaron con nuestra back de siempre, una front que no tenía ni idea y una nueva flyer. Estuvimos un rato ensayando los movimientos, el baile con la música, nos pusimos en la cola y... nuestro turno.
Era el momento. Hicimos nuestros tres movimientos al ritmo del "five, six, seven, eight!" que tanta gracia me hacía y luego enseñamos el baile. Al dar nuestra solicitud dijeron que
éramos monísimas y nos pusieron en un montón marcado con una estrella.
Teníamos muchas esperanzas, porque nos había salido bastante bien y con la excusita de que eso no lo hay en España, intentábamos dar un poco de penilla. El domingo muy por la noche publicaron los resultados y
no estábamos en ninguna de las tres categorías, aunque no debimos hacerlo tan mal porque nuestra flyer y nuestra back sí estaban. Pero siempre nos quedará el recuerdo de
esa tarde de domingo que CASI somos animadoras de verdad (aunque aquí no lleven pompones).