"Erasmus is not one year in your life but your life in one year"
("El Erasmus no es un año en tu vida, si no tu vida en un año"). El genio de esta frase merece una oda. Esta genialidad se encuentra pintada en una de las paredes del mítico 'Erasmus Corner' en Lisboa. Esa pared blanca en el corazón del Bairro Alto lisboeta que más tránsito de jóvenes tiene en toda la ciudad de Lisboa, me atrevería a decir.
“Bom día, o qué precisa?”, “Hi, how are you?” “Excuse-moi”, “gracie per tuto”… Esto es Lisboa. Una ciudad multicultural, llena de vida, de color y, cómo no, también de calles empinadas de pendiente 15. Es la ciudad de la cerveza a 0.50 céntimos. De la rivalidad entre ‘Sagres Vs Super Bock’ y por supuesto la de ‘Benfica Vs Sporting’. Es una ciudad Erasmus por excelencia, y cuando digo ‘Erasmus’ ya sabemos que incluye diversión y mucha, mucha fiesta. Sí, también líos burocráticos. El maldito ‘learning agreement ‘ y el rollo de las convalidaciones, pero luego todo eso, merece la pena. Ah!! y estudiar y asistir a clase también entran en el saco, aunque siempre tiene su ventaja tener el apellido ‘Erasmus’…
Al principio sientes cierto descontrol porque todo lo que te rodea es nuevo. Las caras son nuevas, tu habitación es nueva, el idioma es nuevo… ¿Qué dominas? Prácticamente nada. Pero te consuelas pensando que todas las personas Erasmus que han llegado como tú, se encuentran exactamente en la misma situación de desconcierto.
Eso pronto se acaba, llegas a la universidad y escuchas un acento familiar… ¡cómo no, español! Y cuidado con lo que dices por la calle, que si hablas medio despacio y a voces (como solemos hacer los españoles) van a entender casi todo. Esto es Portugal, al fin y al cabo somos como primos hermanos. Además de conocer Erasmus de tu mismo país (que sientes ese afecto y lazo común por ser paisano), vas entablando amistad día tras día con gente de todas partes del mundo. Desde Dubai hasta Turkía. Vas descubriendo infinidad de cosas interesantes de sus culturas y abriendo tu mente en muchos aspectos de la vida.
He de decir, que Lisboa no estaba si quiera en uno de los destinos Erasmus que solicité. Pero será cosa del destino el que aquí me encuentre. Y ahora digo que no lo cambiaría por ningún otro, al contrario LO RECOMIENDO 100%, en mayúsculas, negrita y subrayado. El destino Erasmus en Portugal está muy infravalorado, sobre todo para las personas españolas, por el mero hecho de pertenecer literalmente en la misma península. Pero hay que vivir aquí para borrar esa manera de pensar, porque es completamente diferente a España.
Este es mi séptimo mes aquí en Lisboa. La impresión de 7 meses la dejo en una sensación de 2. Sí, no me acostumbro a pensar que desde primeros de septiembre cuando llegué ya hayan pasado tan tan rápido. Lo peor es que cada vez va a más. A velocidad de vértigo.
No quiero preocuparme en pensar que me queda poco. Voy a preocuparme en aprovecharlo. En absorber todo cuanto pueda. Conocer y compartirlo.
Y dejar claro, que no todo lo que hay que saber se encuentra en los libros. Hay que salir a descubrirlo. Y el Erasmus es la mejor oportunidad para eso.
Sin duda alguna, voy a tener ‘saudades’ de esta increíble ciudad y su gente.
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