domingo, 22 de mayo de 2016

Cómo sobreviví a visitar a mi amiga Erasmus, por Lucía Domínguez

Desde el momento en el que supe que mi mejor amiga se iba a ir a unos cuantos kilómetros de distancia para estudiar, sabía que iba a ir a verla. Así que Nottingham se convirtió en uno de los muchos destinos de mi 2016.



Así pues, entre las dos buscamos las mejores fechas y sin dudarlo cogí los vuelos. ¡El dos de marzo daría comienzo mi aventura! Lo malo de viajar a Nottingham es que además de coger un avión a Londres tienes que buscarte la vida para llegar hasta el pueblo, y en mi caso eso me trajo muchos dolores de cabeza; ¿Bus o tren? Tras una gran deliberación ganó el tren. Ahora ¿cuál de ellos? Era la primera vez que viajaba sola, y la verdad que estaba muerta de miedo. Sobre todo tenía miedo de perderme y no ser capaz de coger bien los trenes y acabar en el otro lado del mundo. Pero bueno, mi Cris supo tranquilizarme y un par de días antes de irme, ya tenía todo organizado.



El miércoles 2 de marzo a las 12.25 estaba saliendo de Madrid rumbo a Londres. El vuelo resultó ser de lo más entretenido gracias a los compañeros de viaje que me tocaron: un rumano híper gay con el logo de Louis Vuitton tatuado en el brazo y una española bisexual cuya madre había decidido dejarlo todo e irse a vivir a Cambridge (lo más normal del mundo vaya).

Una vez en Londres, la que había sido mi mayor preocupación acabó siendo una tontería; el tren estaba súper bien comunicado y la gente fue encantadora, así que tres horitas más tarde por fin tuve el reencuentro con mi niña, después de estar casi dos meses sin vernos!


Y ¿qué se hace en Nottingham después de un viaje pesadísimo? ¡Irse de fiesta por supuesto! Y no una fiesta normal no, una fiesta de disfraces. ¡Y a nosotras nos tocó ir de hippies! Así que, llegué, dejé las maletas, cenamos, nos cambiamos, nos emborrachamos y nos fuimos. Ahí fue donde conocí a los amigos de Cris y donde me di cuenta del daño que había hecho Harry Potter. Nunca había visto una cantidad tan grande de tíos buenorros en un mismo sitio, y encima ingleses. ¿Conclusión? Una de las mejores noches que he tenido jajaja.


Tras una noche curiosa en la discoteca Ocean, el primer día en Nottingham empezó con un desayuno típico inglés (en mi caso fue un logro enorme, teniendo en cuenta lo especialita que soy con la comida). Después, como buena guiri y anfitriona, nos recorrimos un montón de sitios preciosos y nos hicimos todas las fotos que pudimos. Un día cargadito que no podía acabar de otra manera, ¡yéndonos de fiesta, obviamente! En esta ocasión bebimos mientras jugamos a un juego bastante curioso: equipos de chicas contra chicos, con un vaso de plástico dado la vuelta y mucho alcohol. Las conclusiones os las dejo a vosotros. Además, esa fue una noche bastante particular - sólo digo que el alcohol es una buena opción para perder la vergüenza hablando inglés, aunque lo hables fatal como yo.



Y por fin, el último día cumplimos uno de los muchos planes que tenemos pendientes: JUNTAS EN LONDRES.



Como no podía ser de otra manera en nosotras, el bus que cogimos a las 4 de la mañana se estropeó en mitad de la nada, nevando y con un frío que pela. El desayuno idílico que teníamos pensado en Camden, lo tuvimos en una gasolinera, eso sí, una gasolinera ,con mucho encanto. Y en lugar de un relajado paseo por una zona pequeña de Londres, nos recorrimos todo el centro de la ciudad acompañadas de mi fiel maleta naranja. Vamos, que el día no salió redondo.





Bueno, después de toda esta historia, quiero deciros cuáles son los consejos que han de seguirse cuando vas a visitar a tu amiga de Erasmus. Lo primero, hazte amigos en el avión porque el viaje será mucho más ameno y divertido, y además te invitan a comer. Lo segundo, nunca sabes lo que te puede pasar estando de fiesta; igual te disfrazan como acabas robando chupitos súper glamurosos a unos maduritos londinenses. Es importante llevar zapatos cómodos porque vais a andar muchísimo, y luego duelen los pies un montón. . Evidentemente, olvidaos de que los planes salgan tal cual los pensáis porque eso nunca sale, siempre son mejores.

Pero lo más importante es, no dudéis en iros a ver a vuestra mejor amiga al país en el que esté, porque si tenéis la suerte de tener una amiga como la que tengo yo, un viaje de 3 días puede convertirse en uno de los mejores de vuestra vida.


Conclusión: Yo también sobreviví cuando me fui a visitar a mi amiga de Erasmus. Gracias por todo Cristina, te quiero.

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