Si visitas un museo, cómprate la guía con auriculares, no te haces a la idea de lo muchísimo que merece la pena invertir el dinero en cultura para seguir propagando la visita a museos y restauraciones y sobre todo, para el enriquecimiento personal. Cuando estés allí te darás cuenta de lo increíble que es vivir Roma entendiendo todo lo que ves y de lo muchísimo que querrás seguir aprendiendo porque te darás cuenta que aún te queda mucho por conocer.
Aunque cuente con una gran riqueza artística y cultural, Roma también es caos y anarquía, sin duda alguna, pero cuando aprendes a vivir en ese caos, Roma se te presenta de una manera absolutamente distinta. Por eso, mi consejo es: no te pases la vida quejándote de lo mal o lo rápido que conducen, de lo llenos que van los buses o metros; ama el caos de Roma. Todos los caminos llevan a Roma y todos los caminos de Roma llevan a Termini, que es la estación de trenes y principal foco del transporte público de la ciudad. Todas las líneas de autobús pasan por Termini y también las líneas de metro. No es de extrañar que te encuentres el metro, sobre todo entre las 8 y las 10 de la mañana y alrededor de las 6 de la tarde, llenísimo de gente. Mi consejo en este caso es o que te subas en los últimos vagones o te cojas un bus si tienes un poco más de tiempo (aunque muchos buses también están llenos de gente) o si tienes aún más tiempo, que disfrutes del paseo que la ciudad te ofrece.
En Roma hay varias universidades, tanto privadas como públicas. En las públicas, la asistencia a clase no es tan esencial. En cambio, en las privadas (como es mi caso) es bastante importante, ya que de ello pueden depender aspectos como el derecho a hacer exámenes parciales. Pero luego todo depende mucho también de profesor y materia. Los exámenes, sí, como todos cuentan, son orales, pero no te asustes, que al final lo acabas agradeciendo muchísimo más y te dan mucha más tablas para saber hablar y expresarte, y mejoras mucho la pronunciación. La puntuación de los exámenes es sobre 30 y se aprueba con 18.
Os podría seguir contando muchísimas más cosas sobre el día a día en Roma, pero me parece más importante hablar de otra cosa desde la experiencia.
Quería hablaros de aprovechar el tiempo, la distancia y con ello los silencios. Estás lejos de casa, de tu rutina, de tus amigos del alma, y aunque con muchísimos momentos de felicidad absoluta (casi todos), el Erasmus también tiene momentos de bajón y momentos en los que te toca estar solo: aquí no te desilusiones, sino aprovéchalo. Esta experiencia te da una oportunidad única, través de la cual, mirando todo desde la distancia, puedes empezar a conocer mucho de ti mismo. Aprovecha estos tiempos que estés solo para pensar y crecer, y también ocúpalos de las cosas que realmente te gustan.
Que este tiempo te ayude a aclarar ideas sobre ti mismo, tu entorno y lo que te gustaría hacer, pero que a veces no tienes tanto tiempo para pensarlo. Desarrolla tus ideas y proyectos.
Busca el equilibrio entre la felicidad absoluta y la monotonía más extrema. Ahí está la clave de esta experiencia.
Y sobre todo, disfruta!!!! Te espera una de las mejores experiencias de tu vida.